Monday, May 11, 2015

El Complejo de Peter Pan


El Complejo de Peter Pan

 
No voy a tratar del término que se utiliza para describir a niños inmaduros o con problemas del hipotálamo. El complejo que menciono es más sencillo. Tiene que ver con esa parte de nosotros que se niega a crecer y continúa soñado con que la Tierra de Nunca Jamás es un lugar que podemos visitar y que con un poquito de polvo mágico, todos podemos volar.

Cada quien tiene sus ilusiones acerca de imposibles.  De pequeña soñaba con hacerme invisible o con poder entrar a las fotos, como Alicia en el País de las Maravillas al otro lado del espejo. Aunque ya estoy pasadita en años  ̶  voy más allá de medio centenario  ̶  debo admitir que sueño con volar. Cada vez que me subo a un avión, imagino que son mis alas las que se abren y mis pies los que corren por la pista de despegue acelerando para poder elevarme por los cielos.  Me parece increíble que el hombre haya podido construir una máquina capaz de atravesar océanos a velocidades supersónicas. Sé que son principios de física y aerodinámica. Creo que tuve que tomar alguna clase al respecto en la universidad y que no hay nada mágico en el vuelo. Sin embargo, el pequeño Peter Pan que vive dentro de mí, continúa imaginando lo maravilloso que sería poder desplazarme libremente por los aires.  Tanto así que cada vez que me subo a un avión, no puedo evitar tomar fotos aéreas.  Hay algo muy especial en cada una de ellas. Aún en ésta, donde se muestra una posible tormenta, la imagen me llena de paz y de tranquilidad.  Es una serenidad pasajera que invita a reflexionar en los regalos de la vida.

No soy Peter Pan pero me encanta imaginar que sigo siendo niña, y que todo (TODO lo que soñamos)  es posible.

Monday, May 4, 2015

¡Qué bonito es Chihuahua!



¡Qué bonito es Chihuahua!
El título del blog hace referencia al corrido de Chihuahua, la canción popular que identifica al estado más grande de la república. La tierra que me vio nacer y crecer. Tengo más de 35 años viviendo fuera y regreso a menudo, pero simplemente a visitar a la familia.  Sin embargo la semana pasada me tomé el tiempo de caminar por las antiguas calles de Chihuahua, las mismas que me vieron crecer y no pude evitar que mi corazón se llenara de nostalgia.
Las imágenes que dejo aquí no son los sitios turísticos importantes que se deben visitar, son lugares que llevo en mi memoria. La casa en que crecí, convertida en casa-pensión para los empleados de una compañía del barrio, la casa en que nació mi mamá (allá por 1935), el templo del Sagrado Corazón con su imponente escultura de Jesús tallada en cantera y sus bellos vitrales, regalos de las familias aristócratas, los cuales relazan la elegancia del templo al dejar pasar la luz en colores tenues. Es aquí donde contrajimos matrimonio (1985); incluyo también imágenes del antiguo Instituto América donde cursé primaria y preparatoria, hoy en día es un plantel universitario; y dos imágenes del famoso parque Lerdo cuya entrada data de 1889.
Viví momentos muy agradables con familiares y amigos, pero en especial disfruté ese paisaje de cerros pelones rodeando la ciudad, los cuales se pintan de púrpura al atardecer y de la luna que brilla grande y orgullosa por encima del cerro grande. Aunque esté lejos, no cabe duda que sigo siendo de Chihuahua (no confundir con Shihuahua).