Monday, October 15, 2007

Reflexion


¿Se han puesto a pensar que harían si vivieran en otra época? Debo aceptar que lo peor para mí es tener que limpiar casa. Educada en una familia de la clase media de Latinoamérica, siempre gozamos del pequeño lujo de tener muchacha en la casa. Que si no tendía mi cama, no importaba. Al regresar de la escuela la encontraba nítida. Los pisos relucientes de limpios, la entrada totalmente despejada de la basura de los transeúntes. Sin embargo, gozo de las comodidades del siglo XXI, lavadora automática, secadora, lavadora de trastes, aspiradora, regadera en casa, comida preparada lista para hornearse. ¿Qué sería de mí, si hubiera nacido, por decir hace 300 años? Para empezar, sería considerada ciega, ya que sin mis fabulosos lentes de contacto, no puedo dar un paso. Luego me sentiría totalmente abrumada por los trabajos del hogar. Lavar a mano, matar gallinas, lavar trastes, no bañarme todos los días. Cocinar con ingredientes en lugar de sacar algo del congelador y meterlo al horno. No tener computadoras, ni blogs, ni flickr!!!!
Podían ustedes sobrevivir a otra época???

1 comment :

LULA RULES! said...

Bertica:

Comparto contigo las inquietudes que tu pregunta genera.

En repetidas ocasiones previas, me he visualizado como un hombre atrapado en
algun momento de la historia primitiva de nuestro planeta Tierra, corriendo
medio agachado, de arbusto en arbusto, persiguiendo algun animal para
cazarlo, con miras de calmar la carpanta de la tribu. Si me lo preguntas,
creo que el pobre animal se rendiría y, sin tener necesidad de matarlo,
moriría de la risa al verme persiguiéndolo jadeante, en taparrabo, con lanza
posada, y con la flacura de un gato de ferretería.

Después de tamaña humillación, aún tendría que preparar y descuartizar a la
pobre criatura, que con sonrisa manifiesta en rigor mortis, seguiría
burlándose de mi.

Por último, tocaría cargar a cuestas el gran peso de cuánta carne pudiera y
dirigirme por largo y tortuoso camino de regreso a la aldea; quizás ahora
con el peso de la carga a cuestas, me daría cuenta de los juanetes en mis
polvorientos y sucios piés. Una vez en la aldea, és cuando te tocaría
preparar y aliñar el trofeo.

Efectivamente, mi querida amiga, me gusta vivir en el presente, con todas
las comodidades que el mundo moderno nos proporciona. Las aventuras del
cazador y recolector flacuchento, las dejaré para algún programa de
televisión educativa. Y ahora, me voy a comer una hamburguesa: ¡Toda esa
actividad física, me ha despertado el apetito!

¡Hasta luego!

André