¡Feliz con mi logro!
La foto que aparece
en esta entrada me encanta. Se nota a leguas que estamos felices después de
caminar ½ maratón por las calles de San Antonio y terminar mucho mejor de lo
esperado. Como yo nunca lo había hecho, mi meta era terminar antes de las
cuatro horas para que no llegara la barredora municipal y me levantara como los
trapos tirados que dejaban los corredores por el camino. Sin embargo, la alegría del momento, la
compañía, la energía de los otros participantes y los porristas, nos inyectaron
ánimo y adrenalina para seguir. Terminé con un tiempo de 3:32.
Domingo 6 de
diciembre, 2015. El clima cooperó con un cielo despejado y una brisa otoñal; la
ruta nos llevó desde al Alamodome a el área de la Cervecería hasta el zoológico,
pasamos por Trinity University y luego bajando por la calle Main cerca de
San Antonio College hasta King Williams y la zona industrial al este de la
fábrica de harina. ¡Qué chulada de caminata! No cabe duda que caminando se
conoce mucho más la ciudad, pues vimos lugares que nunca nos habíamos dado
cuenta que estaban allí.
Tanto nos gustó que
ya nos inscribimos de nuevo para el próximo año, si Dios nos concede vida y
salud. ¿Te animas?
2 comments :
¡Hola amiga de Pepe Grillo!
Efectivamente, la ciudad adquiere una cara totalmente distinta cuando la observas desde el punto de vista del caminante a comparación de aquella del conductor.
Cuando conducimos, debemos estar pendientes de varias potenciales situaciones a nuestro derredor y por ende no nos enfocamos en detalles menores precisamente porque estamos muy atentos con no solo llegar a nuestro destino, sino también para evitar causar un accidente.
Cuando caminamos o trotamos, estamos concentrados únicamente en llegar a nuestra meta, pero adicionalmente, tenemos el gran placer de hacerlo con mas calma y conjuntamente con la compañía de amistades que hacen la jornada mil veces mas placentera.
Tu propuesta me suena fabulosa, y francamente ignoraba que el “medio maratón” era también válido para los caminantes y no solo para los trotadores o corredores. La palabra “maratón” para mi siempre ha tenido sobretodos de extrema resistencia al trote, actividad que jamás me gustó ni me llamó la atención. Desde temprana edad aprendí que únicamente en limitadas ocasiones debería emprender carrera como desaforado, como por ejemplo, cuando mi madre me amenazaba con una paliza con cuchara de madera; cuando me perseguía el perro Doberman de uno de mis mejores amigos, o bien cuando sentía que mi vida corría peligro.
Ya que con mucha facilidad y gran deleite camino mis seis millas sabatinas cuando la oportunidad se me presenta, creo que el doble de las mismas junto con tu compañía y la de nuestro(a)s colega, no solamente será delicioso sino perfectamente lograble.
¡Me suena come que mejor me apunto, so pena de perderme un evento único y delicioso!
Avísame al respecto cuanto puedas.
Pepe G.
Gracias Pepito por todos tus comentarios a este sitio. Le das razon de ser.
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