Wednesday, July 16, 2014

Chiapas Dia 2 - Chiapa de Corzo y El Sumidero




 
Día 2 – Chiapa de Corzo y El Sumidero (Marzo 8, 2014)

 Amaneció antes de las seis de la mañana.  Todos estábamos muy cansados por el vuelo de la noche anterior, sin embargo, nos despertamos y después de bañarnos fuimos al restaurante a desayunar.  Disfrutamos de jugo de naranja natural y Neil ordenó unos chilaquiles de pollo que sabían deliciosos.  El mesero muy amable, nos indicó el camino para el supermercado y para los miradores del sumidero.

El Hotel trabaja con una de las compañías de excursiones y ellos pasan a recogerte al hotel.  Antes de las 11 llegaron por nosotros.  Tomamos la excursión que duró aproximadamente  2 ½ horas sobre el rio Grijabla.  En su punto más profundo, el cañón tiene una altura de 1000 m y 200 m de profundidad.  Las paredes son casi verticales y es impresionante, es un poco triste porque en ciertas partes hay mucha basura, pero supuestamente es arrastrada por las aguas del rio y es imposible limpiarla. Después del recorrido por lancha, fuimos a comer a un merendero adentro del mercado de Chiapa de Corzo. Pedimos un mole con pollo y un consomé de res. Todo estuvo muy sabroso.  Después de eso fuimos a buscar los miradores.  No fue tan fácil encontrarlos, están en la avenida miradores del sumidero y no están muy bien marcados que digamos.  Llegamos al parque 25 minutos antes de que cerraran y había que subir por una cuesta pasando por seis miradores diferentes.  Cada uno tiene su vista especial pero la más espectacular por supuesto esta en la cima.  Otro punto que yo tenía ilusión de visitar era la plaza de la marimba, donde noche a noche de 6-9 se reúnen turistas y locales a disfrutar música en vivo.  Alrededor de la plaza hay restaurantes y merenderos y encontramos uno con unos tacos al pastor muy sabrosos.  Desde allí pudimos disfrutar de la música y después de cenra, bajamos a la plaza y bailamos una pieza.  Cansados pero contentos, regresamos al hotel La Ceiba a dormir.

Un punto que me causó tristeza es ver la cantidad de niños de la calle.  Estaba oscuro, las avenidas son grandes y transitadas y vimos un grupo de tres niños, menos de siete años con sus cajoncitos de boleros, toreando los carros.  ¿Dónde estarían los padres?  En el restaurante, vimos a una mama mandar a su niña de menos de cuatro añitos a vender sola.  La necesidad es muy grande y duele verlos así.

 

 

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